martes, 23 de diciembre de 2008

El Infame Caballero.


Érase una vez, una bella dama que se hallaba en lo más profundo de su jardín, leyendo cierto libro, tratando de hallar respuestas a las cuales no encontraba, mientras en su cabeza se infiltraba la idea de por que de esa manera, todo se iba dando.
Las heridas de un ayer se cerraban, pero los vestigios de ese amor permanecían, era difícil olvidarse, y con solo quemar una hoja de papel, dejar atrás todo el tiempo recorrido hasta el momento.
El dolor de esa separación, persistía, la doncella quería alguna vez verlo pasar por delante de sus ojos, verlo diferente, cambiado, distinto. Pero la mente de aquel permanecía oscura e impenetrable. Ella quería cambiarle, más no contaba ella con posibilidad alguna.
Todos los sucesos encajaban perfectamente, lo mejor era distanciarse de aquel muchacho que alguna vez había despertado en ella los más profundos y sinceros sentimientos.
Tardes algunas, a su mente volvían pensamientos que a él aludían, su ausencia se sentía, la separación le costaría y le dolería, pero en su interior, sabía que era lo mejor…
Las palabras pronunciadas por ambos jurando amor eterno quedarían vacías.
Las tardes soleadas y risas, serían cenizas.
Dolor, amargura, tristeza, incertidumbre, oprimían el pecho de la doncella.
El porqué de su huída, Tal vez... ¿ Habría aquel podido olvidar todo lo pasado?
Él jugaba en su mente, iba y venía.
La Bella dama, lucía de aspecto triste, su rostro ya no lucía rosado, sino más bien pálido… El blanco de su piel resaltaba con el negro de su cabello y el azul de sus ojos era pétreo, su luz se había apagado, luego de la partida de aquel que le había robado el corazón.
Ella anhelaba verlo volver.
En la triste espera, de la mano de la dama se resbalaba aquella rosa... ya marchita, promesa de su amor eterno. Esa rosa, que el caballero le había dado, pero que pareciese... había olvidado.

Sistema Mundo.


Vamos! Destapemos nuestros rostros,
tiremos esas máscaras !
Basta de aparentar
Mostremos lo que somos.
Seamos luz en medio de tanta oscuridad
Esculpamos ideas, metas, vidas
Demos algo diferente a este sistema...
No debemos avergonzarnos de lo que somos
Utilizemos nuestras virtudes,
cambiemos nuestras falencias
Debemos aprender a escuchar.
y asimilar lo bueno.
Dar sin esperar a cambio.
Hagamos un poco de ruido,
En esta sociedad tan desolada.
Si dentro nuestro hay tantas cosas buenas para dar!
Empezemos ya!

Solamente dos palabras.



Un escrito, un temblor, un escalofrío corriendo dentro tuyo, descifrando tus códigos, tu corazón, seguramente te creas perdido, pienses que solo existe una vida sin sentido, que tu pasado duele,te hiere, llorabas vos, solo, lágrimas de sangre y ni siquiera querés recordarlo. Las memorias no tan remotos recorren tu mente como el aire en tus pulmones. Querés olvidar, solo querés olvidar, pero algo malditamente odioso, te lo hace recordar una y otra vez. Esa horrible situación, que marcó a fuego tu corazón, no te deja cambiar, sentis que no podés solo.
Los gritos y voces ajenos a vos, y no tan ajenos, su recuerdo, te estremecen, las pesadillas que tuviste, te asustan. Personas que amaste y que te usaron, peleas, golpes, discusiones… anonadado te quedás en un estado cero.
Tu presente parece irónico, ¿ Qué hago yo en esta maldita tierra? Es demasiado difícil vivir aquí, no quiero sufrir, no quiero sufrir. Los días grises en los que no querías ver el sol, se presentan nuevamente y se hacen oír. Los sueños espeluznante de los cuales eras víctima, parecen renacer, ya no podés, ya no podés.
Tu mente se vuelve tu peor enemiga, te martiriza la simple idea de estar solo con ella. Te lleva, te lleva, estás al extremo de decir basta y volarte la cabeza.
Tu corazón, temido delator, se vuelve frágil, y todo a tu alrededor ensombrece, la gente que pensabas que estaba con vos, hoy se hace a un lado y te deja desolado, solo, triste. Las calles no son las mismas, las risas y tardes divertidas, se escapan de tus manos, todo parece que en el preciso momento que los necesitas mas que nunca, todos se borran.
Hoy, un día común, mientras la inerte tierra sigue su ciclo, vos caes en un pozo ciego, no podes subir, solo te limitas a seguir cayendo, te crees perdido.
Evitás todo aquello que te pueda dañar, te encerrás en tu habitación, pones al máximo el volumen de la musica, y te reprimis y pensás” pobre de mi. “
Esas canciones que pensaste que te ayudaban a estar bien, hoy solo son voces
Que te confunden, que te incitan a dejar este “ mundo de sufrimiento”.
La droga y el alcohol, se vuelven tus únicas compañeras, un vaso con Fernet, llamándote, al lado de tu cama, y un eterno estado de inconciencia se apodera de vos.
Buscas respuestas, solo encontrás dolor, buscar amor, solo encontrás desilusión, buscas algo en que creer, estás perdiendo la fe…
Tu futuro te parece incierto, una simple desilusión más de la vida, te dispones a continuar por inercia. Aun que sea, tenés la pequeña ilusion de que se asemeje al sueño bonito que alguna vez tuviste, pero del cual solo quedan vestigios. Un pasado marcado, un presente odiado, un futuro incierto y alejado,
¿ Cómo poder seguir así? ¿ Cómo poder continuar con el corazón roto en mil pedazos? ¿ Cómo poder creer que la gente puede cambiar? ¿ Cómo pensar que alguien te puede amar? ¿ Cómo siquiera intentar poder seguir, cuando ya las fuerzas se acaban? ¿ Cómo aprender a quererte, a ver tus errores, a aceptarte?
De nada sirve que te armes una coraza, estar en autodefensa, intentar borrar el pasado, hacer como que nada ocurrió…
Y en el momento en que estás por caer, escuchas que hay alguien te está llamando, hay alguien que te está buscando, dice tu nombre, ves una brillante luz, sentís como un sentimiento de emoción y conmoción, llega a tu alma y tu corazón se quiebra, ya nada importa, el tiempo se detiene.
Te das cuenta que todo el camino recorrido hasta ahora, fue un desperdicio.
Llorás amargamente, y te arrepentis de tantas cosas hechas.
Por fin, encontrás la solución a tu pasado y a tu presente… Decidís aceptarlo, descargás tu mochila sobre aquella persona que se ofrece a cargarla por vos, que te da un abrazo y ofrece su túnica blanca para secarte las lágrimas.
Aceptás toda la porquería que sufriste anteriormente y le entregas todo, absolutamente todo, tus miedos, tus ansiedades, tus dolores, tus recuerdos, tus heridas… Reconocés todos tus errores, pedis que sane tus heridas, que cambie tu personalidad, que te ayude a enfrentar todos tus problemas… sólo te remitis a llorar entre sus brazos.
Le entregás por siempre y para siempre, todo lo que sos y lo que fuiste, encomendándole tu futuro.Te toma de la mano y lo mirás, te sonrié, él te llena de paz. Está caminando a tu lado, no entendés porque lo hace…
Pero él se acerca a tu oído despacio, y suavemente te susurra solo dos palabras y encontrás la explicación del Por Qué:
Te Amo.