Mírala, observa su sonrisa. Ella está feliz alli en el aire... es feliz. Tal vez allí la mágia sea algo eterno, de cada instante, a cada momento. Donde no existen ni las paredes ni el techo y el límite es el cielo. Óyela, está riendo de nuevo, déjala que sueñe, que sueñe profundamente, que imagine, que cree y que vuele... Allí se olvidarán sus tristezas y renacerán sus ideas y sus alegrías.Déjala ser.-
jueves, 6 de agosto de 2009
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